Me enamoré de ti tal como tú te enamoraste de mí, sin pensarlo, gradual y repentinamente, hasta que decidimos confesarlo con nuestra mirada, con las palabras, las caricias, todo fue espontáneo nadie lo quiso, tampoco estuvo planeado, ni siquiera que vivieras en mi país o compartir lo que compartimos, el destino nos tocó, nos enamoró, ahí estábamos los dos dispuestos a querer y ser queridos, sin que pasara por mi cabeza llegaste al escalón más alto de mis pensamientos, al latir más fuerte de mi corazón, al placer más sincero de mis entrañas, te amé, me amaste, de eso estoy segura, nos conocimos, todo paso sin quererlo, los mejores planes son los que no están planeados, porque como humanos acostumbrados a cumplir con una rutina a no salir de lo estipulado, cuando aparece algo nuevo en nuestro camino, es disfrutado, hasta que, por decisión propia se convierte en rutina, pero una rutina diferente, deseada, anhelada, lunes, martes y miércoles esperándote, jueves por la ...