El día que vi una moto incendiarse
Como un miércoles cualquiera de diligencias y cosas por
hacer, resulta que desde la noche anterior ya tienes planeado el día, mis planes eran: ir al
banco, gimnasio, me baño en casa de mi amiga de ahí salimos al odontólogo,
almuerzo y a mi casa a hacer cosas
productivas, pero entonces, como casi siempre, pasa lo inesperado y nos dejamos
llevar haciendo que la planificación anterior se desvanezca en la mente, porque
desde que toque el piso comenzó mi mal día, será que me desperté con el pie
izquierdo y el supuesto refrán es cierto, creo que ahora es que me estoy dando
cuenta, así fue, a las 3 de la mañana recibo una llamada de alguien..
ese alguien que no tiene nombre y comienza a hablar, yo desorbitada por la situación
sin saber qué día u hora era, me dice: "hola Pam estoy borracho y estoy enamorado de
ti", es algo que a cualquiera le gustaría escuchar, pero cuando el sentimiento
no es reciproco se complican las cosas, pero me toca aceptarlo, acaso, a quién
no le gusta ser querido, tal vez mi
pesado sentimiento es el que hace que me pasen cosas malas, pero como dicen el
karma es instantáneo, por los menos así lo pienso yo, así que cistitis al
despertar, y les aseguro que pocas cosas son peores que sentir un profundo ardor y dolor al
orinar, todo se retrasó, como siempre y deje el gimnasio para más tarde
Al banco, la típica obligación detestada y atravesada, sabía
lo que iba a pasar, porque es ley cuando mi papa dice mañana no hay cola, mínimo
una hora treinta minutos puedo pasar en esas cuatro paredes, preparada me lleve
el libro, y mi mente adentrada en la selva africana que me describían las
paginas hizo que el tiempo pasara rápido, se hacía tarde para el odontólogo
decidí no ir al gimnasio si no directo donde mi amiga a bañarme e irnos, que
por cierto menos mal lo hice, si no, mis condiciones para dormir hubiesen sido
peor que las de ahora, por el hecho de que no hay agua en el edificio, la nueva
planificación se rompe, odontólogo tampoco, porque resulta que doctora está de
viaje y llegara después de Semana Santa, genial mi tratamiento duraría más tiempo,
amo la ortodoncia, almorzamos y ahí
comienzan las llamadas para hacer algo que no siempre es bueno, tampoco es que
esté orgullosa, pero es magnífico como la imaginación hace que los pensamientos
se vuelvan tan veloces, que los dedos se
hacen lentos para escribir, igual lo disfruto.
Ahora cual es el nuevo plan,
a casa de unos amigos, no míos por supuesto, y fuimos al gueto así dicen ellos
y no lo dudo porque sinceramente le tengo miedo a ese lugar, hacerlo hace que
el cuerpo se relaje, elimina la capa de primera base, pena, y te hace actuar sin cumplir con un protocolo
porque ya conoces a la verdad, y por lo menos para mí, es un íntimo acto, pero
me dejo llevar. De nuevo cambia el plan, nada iba a salir como quería, y los
helados ganaron, la trinidad estaba cerrada, pero creo que así lo hizo el
destino, al cruzar por una calle vemos a un muchacho tratando de apagar el
fuego de su moto con una chaqueta, eran llamas
jóvenes que estaban preparadas para madurar y acabar con todo a su paso nos
alejamos como cobardes que somos y presenciamos desde lejos, según lo que
investigué, para que un vehículo explote
las condiciones deben ser optimas y pocas veces esto ocurre, y si este fue un
ejemplo para desmentir, lo digo por experiencia que es un mito, lo esperamos pero
nunca llego, así que la 4d ganó, y que mejor momento para deleitar un
exquisito y costoso helado que con los sentidos más excitados como ahora, pero
no compre, necesito ahorrar un poco, no sé para qué, pero debo controlar mis gastos, me dieron de probar y fui feliz
con su limosna, luego al carro a hacer una pecera así le dicen, hoy aprendí
nuevas cosas, palabras y maneras de ver el mundo, muchas veces nos bloqueamos porque hay un algo que no cumple con los parámetros que la sociedad y nosotros
generalmente aceptamos, y lo que hace es limitarnos, así son los estereotipos,
separan a los humanos por complejos insignificantes, ponerle un nombre y
distintivo es restringirnos a saber más allá, la pase bien, y aprendí que no hay que jugar al libro por su portada, lo
digo literal y no tan literalmente, pero de todas formas hoy confirmo que es
cierto
Así pasó un común miércoles, de los mejores miércoles de
mi vida, compartí con los que quiero y lo que quiero, se los dedico a ustedes
pero nunca lo sabrán, aunque trataré de demostrarlo pero prefiero que por su propio instinto lo noten
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